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Recomendaciones para la entrega de trabajos
Una vez finalizado el diseño gráfico, se deben tener en cuenta ciertas pautas para que el arte final, una vez impreso, luzca tal cual lo ha imaginado su creador. Para ello, pueden considerarse estos consejos básicos.
Definir el tamaño de página y sangrados correctamente
El arte final debe estar hecho exclusivamente para el tamaño de página en el que se va a imprimir. Nunca se debe agrandar un diseño ya existente a un tamaño mayor porque perderá calidad a menos que sean gráficos vectoriales. Los sangrados son un exceso de diseño que se deja en los márgenes de la hoja y que de debe ser de al menos 5 mm hacia afuera para que una vez que se corte la impresión, el diseño central no sea afectado. Además se deben indicar las marcas de corte en cada esquina.
Hay que cuidar la calidad de las fotografías e imágenes
Si el diseño gráfico incluye fotografías o algún tipo de imágen en formato de bits, asegúrarse que esté a una resolución adecuada. Si el trabajo va a ser impreso en offset deben tener como mínimo 300dpi.
Proveer imágenes originales o archivo editable
En caso de haber algún problema con el diseño gráfico final, de esta manera se puede llegar a solucionar el problema en la imprenta. Para ello, se incluye una carpeta con las imágenes originales en el soporte digital que se entrega. Esto no es una excusa para que de todos modos, se revise el diseño gráfico final antes de enviarlo a imprenta.
Entrega el archivo final en CMYK
Asegúrarse que el archivo esté en formato CMYK. La imprenta no puede interpretar un archivo si no está en este formato ya que trabaja con las 4 tintas básicas:
C=Cian / M=Magenta / Y=Amarillo / K=Negro
En caso de una impresión digital, los archivos pueden entregarse en CMYK al igual que en RGB.
Definir los colores correctamente
La herramienta fundamental para este caso es una Pantonera. Principalmente cuanto se utilizan colores plenos, asegúrarse de comprobar su composición y guiarse con el catálogo de colores que provee la Pantonera ya que se puede saber de antemano como quedará “ese color” impreso.
Incluir una impresión de prueba
Es de gran ayuda para la imprenta contar con una prueba o muestra del arte final adjuntándolo al archivo digital. De ese modo, se podrá tener una referencia bastante cercana a como debe lucir tu trabajo una vez impreso. Este paso también permite descurir errores que en pantalla son difíciles de percibir.
Incluir todas las fuentes
Si el trabajo se trata de un catálogo, revista, o algún diseño gráfico que contenga una severa cantidad de tipografías, no hay que olvidar crear una carpeta e incluirlas. De este modo se asegurará que cada texto luzca como se espera. En otros casos es posible convertir todos los textos a curvas o rasterizarlos y saltear este paso.
Definir el tamaño de página y sangrados correctamente
